Quentin Tarantino
Dispuesto a hablar horas y horas, Quentin Tarantino no se
asustaba ante la posibilidad de hacer una entrevista a las 8 de la mañana. Su
enorme voluntad y simpatía le permitían explicar cosas sin parar y al mismo
tiempo engullir unos huevos revueltos. Quentin Tarantino es uno de esos
personajes con los cuales hacer una entrevista no es un trabajo sino un placer.
P. ¿Cómo se siente en un festival como Sitges’ ¿Está
seguro de que Reservoir Dogs, un thriller duro sobre un atraco y sus
desastrosas consecuencias, se puede calificar de cine fantástico?
R. Nunca había imaginado que pudiera estar en un festival
donde te tropiezas con Wes Craven o Stuart Gordon, donde pasan títulos como Braindead,
de Peter Jackson. Me admira que se acepten películas como Reservoir Dogs,
Henry, retrato de un asesino o Terciopelo azul, que no responden a
la idea convencional que se tiene del cine fantástico. Yo creo que lo que une
estos films con el género fantástico no es tanto lo que muestran sino el efecto
que pueden provocar en el público. Terciopelo azul, Henry, retrato de un
asesino o mi película, trastornan al público, lo hacen sentirse mal, como
en una pesadilla y en ese sentido son obras completamente fantásticas.
P. Siempre que se le pregunta por la estructura del
guión dice que está escrito como una
novela, pero Reservoir Dogs es cine en el más puro de los sentidos.
R. Tiene una estructura novelística, lo que no quiere decir
que sea literaria. Lo que intento hacer es utilizar el recurso de la novela
con el uso del tiempo, dividirla en capítulos no en recuerdos. Lo normal es
contar una historia de principio a fin, como mucho puedes irte hacia atrás con
un flashback pero eso no me interesaba. Me gustaba la idea de combinar
diferentes tiempos y diferentes estilos. También la han acusado de teatral
porque gran parte pasa en un único escenario.
P. El uso del espacio off la aleja por completo de lo
que se puede considerar cine teatral.
R. En el teatro todo está presente al mismo tiempo. En cine
tu puedes escoger qué es lo que quieres mostrar, lo que quieres que se vea o
escuche.
P. Reservoir Dogs cuenta el momento después de un atraco
en el que todo ha salido mal ¿Está de acuerdo en que podemos decir que el tema
principal del film es la amistad y la traición?
R. Si. Mr. Orange (Tim Roth) es un auténtico traidor, en
cambio Mr. Blonde (Michael Madsen) es un auténtico amigo. No estoy de acuerdo
con Tim cuando dice que Mr. Blonde es un buen chico. No lo es, simplemente es
consecuente consigo mismo y es leal a sus amigos. En ese grupo todos son
profesionales del robo, todos menos Mr. Blonde, él está ahí porque es el hombre de
confianza de Nice Guy Eddie y de su padre Joe. La historia se puede ver como un
duelo entre padres e hijos. Más que entre Eddie y Joe, entre Mr. White (Harvey
Keitel) y Joe como padre y Mr. Orange como hijo. Al final, Harvey Keitel tiene
que escoger entre los dos, sabe que hace mal, pero emocionalmente no puede
remediar escoger al tipo equivocado.
P. Para mí el único malo en realidad es Mr. Pink (Steve
Buscemi). Él representa el dinero y la cobardía, es el espíritu de los años
ochenta, no comprometerse con nada.
R. Mr. Pink es más ambiguo que eso. Por ejemplo, él quiere
ayudar a Mr. Orange, llevarle al hospital porque se siente seguro. En cambio
Mr. White no se atreve porque le ha dicho quién es y tiene miedo. Keitel le
ayuda, pero no se arriesga. Se supone que Mr. White es el bueno del grupo, pero
no está tan claro.
P. En toda la película no aparece ni una sola mujer.
R. Están muy presentes, se habla continuamente de mujeres,
de sexo, pero no se las ve. Tal como está planteada, a nadie le interesa saber
si Mr. White tiene una esposa o Mr. Blonde una novia.
P. Al hablar de la película se hace referencia a
directores como Kubrick, Fuller y Melville. Los tres pueden reconocerse:
Kubrick por el uso del tiempo, Fuller por la violencia y Melville por la
sobriedad. Pero con todo Reservoir Dogs es una película completamente
personal.
R. Cuando escribo nunca pienso en algo concreto, pero es
evidente que hay referencias a mis influencias. No se trata de hacer homenajes,
es algo que forma parte de tu propia experiencia. Si digo que me siento cerca
de Melville es porque creo que tengo más que ver con Círculo rojo que
con el cine de gángsters de Hollywood. De todos modos si hay una película que de verdad
me ha influido a la hora de hacer Reservoir Dogs es La cosa, de
John Carpenter. Son muy similares: un grupo de hombres atrapados sin más
recursos que ellos mismos, en una situación paranoica y claustrofóbica. Esa era
la sensación que quería crear.
P. Godard también está cerca. De hecho su compañía se
llama Band Apart por él.
R. Godard ha tenido una gran influencia
en el cine americano. Yo creo que Godard es responsable de que mucha gente se
haya dedicado al cine. Se le podría definir como el Bob Dylan del cine. Los dos
representan el espíritu de los sesenta.
P. Usted vive en Los Ángeles, y conoce muy bien
Hollywood. ¿Cree que el Hollywood que presenta
Altman en El
juego de Hollywood es verdadero?
R. No es exactamente así. Existe algo parecido, de acuerdo,
pero la película de Robert Altman es un poco una caricatura, una exageración de
la realidad.
P. Si tuviera que vender Reservoir Dogs a
un productor como Tim Robbins lo haría argumentando que el film es una
combinación de Malas calles, Casco de acero y Atraco
perfecto ¿Le gusta?
R. Me gusta mucho, es una definición muy ajustada.
(El Observador, 14 octubre, 1992)
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